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Recursos Confiables sobre la Vacuna

Aprende a detectar desinformación acerca de la vacuna contra el COVID-19 y a evaluar fuentes por su credibilidad.

*estos materiales no pueden ser utilizados para actividades de puerta a puerta no solicitadas.
Person typing on a laptop.

La Vacuna contra el COVID-19

Combate la Desinformación sobre la Vacuna

Mientras la investigación del COVID-19 continúa, brechas de información le abren campo a la desinformación. Hay dos tipos de desinformación: la primera es una mentira intencionada con el propósito de causar daño, y la segunda, es difundida por personas que no saben que la información que están compartiendo es falsa. La propagación de esta última en redes sociales y otros medios, puede impedir que las personas se apliquen la vacuna contra el COVID-19.

¿Cómo puedes combatir esto? Aprendiendo a identificar recursos de información certeros y considerando cuidadosamente antes de compartir algo.

¿Cómo puedo saber si estoy obteniendo información certera acerca de las vacunas contra el COVID-19?

Puntos para Recordar

  • No toda la información sobre las vacunas que ves en línea es certera. Incluso cuando un amigo cercano o un miembro de tu familia comparte información acerca de la vacuna, es importante evaluar la fuente.

  • La desinformación usualmente empieza con una pizca de verdad. Solo porque alguien cite datos reales, no significa que estén brindando el contexto o interpretación correcta.

  • No todos los trabajadores médicos son expertos en vacunas. Aunque definitivamente deberías hablar con tu propio prestador de atención médica sobre tus preocupaciones. Busca información en línea, que sea aprobada por inmunólogos, virólogos, o epidemiólogos

  • Hay señales simples que puedes buscar que te ayudarán a determinar la credibilidad de fuentes.

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¿En qué fuentes puedo confiar para compartir información certera y actualizada sobre la vacuna contra el COVID-19?

En general, puedes confiar en organizaciones dentro de estas tres categorías para proveer información comprobada, científicamente, sobre las vacunas.

Agencias de salud pública


Universidades y hospitales

Grupos profesionales de medicina

La información compartida por estas sociedades está generalmente dirigida para una audiencia de médicos. Teniendo esto en cuenta, siguen siendo buenas fuentes de información basada en evidencia sobre las vacunas contra el COVID-19.

¿Qué hace que la información de fuentes como el CDC sea confiable?

Estas organizaciones comparten información que está basada en ciencia revisada por pares - lo que significa que expertos independientes han evaluado y aprobado la ciencia detrás de la información. Ellos también hacen que sea más fácil revisar la ciencia para ti, apuntando a investigaciones específicas con autores claros.

Las agencias de salud pública, instituciones académicas o médicas, y sociedades profesionales de medicina deben trabajar arduo por su credibilidad, y no está en sus intereses compartir información que puede ser fácilmente desaprobada por expertos médicos. Ellos revisan el material regularmente para estar seguros de que es certero.

¿Cuáles son algunas señales de alarma que indican que una fuente puede no ser confiable?

Indicadores de que la fuente no es confiable incluyen:

  • No hay un autor claro, o el autor no incluye sus credenciales.
  • El autor/orador dice que es un “profesional médico” pero no entra en detalle acerca de sus cualificaciones.
  • Comparten estadísticas sin referirse a un estudio investigativo como fuente.
  • El recurso fue publicado meses atrás y no ha sido actualizado para reflejar nueva información.
¿Qué preguntas debería hacerme al evaluar recursos sobre la vacuna contra el COVID-19?
  • ¿Qué evidencia científica es referenciada aquí?
  • ¿Es fácil para mí acceder a las investigaciones detrás de esta información?
  • ¿Cuáles son las credenciales de la persona que me dio ésta información?
  • ¿Han algunos medios masivos reportado esta información? Si es así, ¿dicen todos lo mismo?
  • ¿Qué tan reciente es la información?
¿Hay tratamientos “alternativos” contra el COVID-19?

Terapias sin comprobar como ivermectina y hydroxychloroquine no deberían ser utilizadas como tratamiento contra el COVID-19. Estudios han comprobado que automedicarse con estas sustancias no tiene beneficios médicos y puede causar daños graves, incluyendo problemas de corazón, fallas en los riñones, y la muerte.

Los anticuerpos monoclonales han sido concedidos una autorización de emergencia para ser usados en ciertos pacientes de alto riesgo que han resultado positivos para COVID-19 pero no están hospitalizados. Estos pueden acortar la duración de síntomas y reducir el riesgo de hospitalización y muerte. El tiempo para dar anticuerpos monoclonales es muy importante, entonces habla con tu proveedor tan pronto tengas un resultado positivo de COVID-19, para ver si cumples con los requisitos para recibirlos.

Además, remdesivir es un medicamento que puede ayudar a algunos pacientes que están hospitalizados por COVID-19. También hay pastillas antivirales (paxlovid and molnupiravir) que pueden ser tomadas por algunas personas para prevenir condiciones graves, pero tienen que ser iniciadas máximo a los 5 días de tener síntomas o haber tenido un resultado positivo en caso de no tener síntomas. Si resultas positivo, contacta a tu proveedor de atención médica cuanto antes, para averiguar si puedes recibir alguno de estos medicamentos. Aunque estos pueden ayudar a aquellos que tengan COVID-19, el mejor tratamiento sigue siendo la prevención. Anticuerpos monoclonales y otros tratamientos no son sustitutos de la vacuna gratuita contra el COVID-19, que ha sido comprobada por reducir significativamente la muerte y hospitalizaciones por COVID-19.

 

¿Tienes preguntas sobre la vacuna contra el COVID-19?

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¿Quieres ayudar a compartir información certera sobre la vacuna contra el COVID-19? Hay recursos disponibles para padres, familias y líderes comunitarios.

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